Aunque de facturación alemana, el modelo real del 416 construido por Heckler & Koch es una evolución con notables mejorías de la popular M4 carabine, por lo que no nos ha de resultar raro o simple coincidencia sus semejanzas en el diseño del cuerpo, sobre todo teniendo en cuenta que para este trabajo la empresa alemana contó con el asesoramiento de los mismísimos Delta Force del ejército estadounidense.

Pero que no os engañe su apariencia un tanto yankee, internamente es como un reloj suizo, o mejor dicho alemán, con una gran durabilidad de sus componentes internos, en gran parte debido a sus sistema de gases, idéntico al de su hermana G36.

Ahora, una vez puestos al día, estudiemos la versión de juguete.

Uno, para bien o para mal, después de estudiar y destripar todo tipo de réplicas en 0’20 llega un momento en el que se insensibiliza. Pero de vez en cuando te llega una caja nueva, extraes el contenido y dices – ¡coño! (con perdón), esta réplica si que está bien acabada –. Y es que, hay modelos mejores y peores internamente, marcas más o menos precisas en el tiro, eso no lo vamos a negar a estas alturas de la película. Pero cuando tienes un modelo con acabados cuidados hasta el más mínimo detalle, un tacto excelente y un buen peso, es cuando todos pensamos – esta réplica sí que mola –, ya la mejoraremos por dentro si es que lo necesita.

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