Facebook login

Si no pueden verte, no pueden dispararte (parte 1º)

El arte del camuflaje data de muy antiguo y no resulta nada nuevo en nuestros días, aunque todavía queda mucho por descubrir. Desde antaño cualquier cazador (tanto de animales cuadrípedos como de los bípedos) se ha aprovechado del camuflaje para pasar inadvertido ante la mirada de su presa, y/o enemigo, y así poder acercarse tanto como sea preciso para poder abatirla con eficacia, o bien simplemente para evitar ser detectado por la presa, y/o enemigo, y convertirse en eso mismo: presa fácil.

Los tiempos cambian y la ciencia avanza. También el camuflaje ha sufrido una evolución, especialmente a lo largo de los últimos años, aprovechando la innovación y la tecnología disponible. Hace no tantos años los uniformes eran monocolor. Posteriormente se adoptaron patrones de camuflaje cuyo común denominador es la combinación de formas y colores que tratan de lograr un mimetismo perfecto con el entorno. En los últimos años se ha trabajado mucho en lo que a patrones de camuflaje se refiere, buscando la combinación perfecta de formas y colores que garantice un mimetismo eficaz en casi cualquier entorno, aunque cada patrón suele estar indicado en un tipo de entornos en concreto (árido, boscoso, jungla, rocoso, ...).

¿Cual es el camuflaje perfecto? Esto depende del entorno, para muestra: