Facebook login

9+1 verdades sobre las granadas de 40 mm

En no pocas ocasiones llegan al campo y se van sin pena ni gloria. La mayoría de la gente los ha deseado en alguna ocasión, muchos los han probado pero pocos los han domado. Son los lanzagranadas, una réplica tan contundente como inútil, tan temida como infrautiliza, tan divertida como frustrante. A continuación os ofrecemos nueve más una “pequeñas verdades” sobre las granadas de cuarenta milímetros en el maravilloso mundo del airsoft.

Llévalo siempre encima y acostúmbrate a su presencia.

Al igual que ocurre con las réplicas de pistola o los cuchillos, los primeros pasos con el lanzagranadas están llenos de olvidos y manos a la cabeza cuando recordamos, demasiado tarde, que podíamos haber tirado de él para salir airosos de una situación comprometida. Si queremos llegar lejos en el mundo de los cuarenta milímetros es imprescindible cargar siempre con el lanzagranadas, acostumbrarnos a su peso y llevarlo siempre de la misma manera. Seguramente en las primeras partidas no sea disparado durante el juego, pero llegará un momento en que tu mente interiorizará su presencia y recurrirás a él tan automáticamente como se recurre a la pistola.

No quieras usarlo el primer día y en el primer momento.

Es lo que tiene lo nuevo, que queremos usarlo cuanto antes… y por supuesto, las prisas y el airsoft no se llevan bien. El lanzagranadas es una réplica pensada para usos muy particulares: limpieza de habitaciones, eliminaciones tras parapetos, neutralización de enemigos en grupo o con escudo… y no en todas las ocasiones se dan las condiciones para usar una granada de 40 milímetros. Asume que habrá días en que te irás con las granadas cargadas sin que hayas tenido ocasión de disparar un solo tiro.

Utiliza las granadas como si te las dieran gratis y cargadas.

Cargar las granadas es un tedio, y encima nuestra reserva de proyectiles de este tipo no suele ser muy extensa, por eso tendemos a dispararlas solo cuando la baja está asegurada. Olvídate de eso y utiliza las granadas sin racaneos… pero con cabeza. No esperes a que se junten cinco si puedes eliminar a tres y no sufras por disparar una granada a un techo por temor a no poder ver como el sorprendido adversario cae eliminado en un mar de bolas. Querer hacer eliminaciones 'de video' el 99’999% de las veces es imposible.

En la mayoría de casos usarás las granadas como si fuera una pistola.

Reconozcámoslo, eliminar a alguien con un gran estruendo es mucho más divertido que hacerlo con un pequeño bang. Aunque hay usos más racionales como la limpieza de una habitación o la cobertura de compañeros no serán raros los casos en que uses la granada de 40 mm para eliminar a un solo jugador que podrías eliminar tranquilamente con una pistola.

Te quedarás con la miel en los labios.

Aunque las granadas de cuarenta milímetros nos pueden dar muchos momentos de felicidad, también nos darán momentos de ira. Tóricas que se rompen, bolas que apenas vuelan un metro debido a una mala carga o válvulas que fugan silenciosamente son el pan nuestro de cada día en el mundo granadero. Asume como situación cotidiana el tener a un contrario en la mira del AEG y que justo cuando estas cambiando a la granada se gire y te elimine. Acéptalo, Murphy y las granadas de 40 milímetros son grandes amigos.

Carga las granadas siempre con la misma munición y gas.


A diferencia de cualquier otra réplica, las granadas de 40 milímetros son desesperadamente aburridas de cargar y por eso la 'técnica' de prueba y error con diferentes tipos de gas y bolas, no es del todo recomendable. Utilizar las bolas que sobran para ahorrarte unos céntimos o mezclar tipos de gas para racanear esa pizca de gas que queda en el bote es un error. Por regla general una combinación de bolas de 0.12 y green gas ofrece unas prestaciones de disparo perfectamente aceptables.

Intenta llevar todas las granadas iguales.

Cada granada funciona de una forma diferente en función de la marca, del gas y las bolas que usemos por lo que si queremos tener un dominio completo de nuestro 'airsenal' explosivo es conveniente no andar memorizando, al menos al principio, si tenemos granadas con alcance de cinco metros que abren mucho y otras de diez que abren menos.

Son réplicas de corto, muy corto, alcance.


Aunque este valor puede variar en función del peso de la bola, la temperatura ambiente, la carga de gas y el tipo de este, lo normal en una granada es que apenas supere los diez metros de alcance. Por si lo estas pensando no, no hay snipers de 40 milímetros.

Las granadas, muchas veces, no se sienten.

Debido al poco peso de las bolas que normalmente se usan, 0.12 o 0.15 gramos, y la potencia comedida de estos artefactos, es relativamente frecuente disparar a un adversario y que este no se de por muerto porque, en efecto, no siente el impacto. Realmente es complicado fallar disparando cien bolas a menos de diez metros, pero la gente que no usa normalmente granadas de 40 no lo sabe y creen que el disparo ha errado o ha sido un rebote. Ármate de paciencia y cuenta hasta veinte.

A pesar de todo… compensa.

Al igual que el jugador que repta durante diez minutos para eliminar a cuchillo o el sniper que ni parpadea en hora y media para anotarse otro 'one shot, one kill', eliminar a un grupo de jugadores con granada es un subidón difícilmente explicable. Su uso es complicado, sí… pero merece la pena.