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Las fuerzas especiales del Ejército español

España cuenta con soldados de élite cuya preparación, equipamiento y armamento es superior al resto de tropas comunes. Así los tres cuerpos principales -Tierra, Aire y Mar- cuentan con sus respectivos grupos de élite que aglutinan a los soldados mejor adiestrados de nuestras Fuerzas Armadas.

Y aunque en operaciones especiales no sirven las comparativas entre unidades, puesto que cada misión y campo de batalla requieren la intervención de un grupo específico, es inevitable que se den con los cuerpos de otros países. No en vano, las fuerzas especiales españolas nada tienen que envidiar en capacidad combativa a los Navy Seals americanos, a los Special Air Service(SAS) británicos o a los temidos «Spetsnaz» rusos.

Por mar: los infantes del FGNE

El equivalente español de los SEALs de la Marina de Estados Unidos -responsables del asalto el refugio de Osama bin Laden y de las misiones más peligrosas- es la Fuerza de Guerra Naval Especial (FGNE) formada el 10 de junio de 2009 sobre la base de la Unidad Especial de Buceadores de Combate (UEBC) y la Unidad de Operaciones Especiales (UOE). De hecho, hasta esa fecha la UOE estaba considerada la unidad mejor preparada del Ejército y había participado en algunas de las misiones de asalto más célebres, desde la reconquista del Islote de Perejil a la defensa de buques contra los piratas de Somalia.

«La Unidad» -tal y como se conocía a la UOE originalmente en España- tiene sus raíces en la Compañía de Escaladores Anfibios, establecidos en 1952, como una unidad de voluntarios encargada de los asaltos de costa e infiltración. En 1967, siguiendo las directrices de los SAS británicos, la unidad expandió su capacidad de alcance y de mando a misiones de combate submarino, demoliciones submarinas, inserciones aéreas y de acción directa. Básicamente lo que hoy conforma su ratio de acción.

En actualidad, la FGNE conserva el prestigio de su antecesora y sus filas se alimentan sobre todo de miembros de la Brigada de Infantería de Marina (BRIMAR), la infantería de marina más antigua del mundo. Si bien solo el 30% de los aspirantes a ingresar en los GOE consiguen su propósito, para esta unidad anfibia la cifra de aptos es incluso menor, sobre el 25% en los años más generosos.

La fase de adiestramiento básico, con una duración de unas cuatro semanas, tiene como objetivo comprobar la resistencia física y psicológica de los candidatos a través de una combinación extenuante de ejercicio físico intenso y de marchas con hasta 50 kg de peso, así como numerosas maniobras en el mar y en zonas de montaña. Por su parte, la fase avanzada de la selección consta de una duración de alrededor de dos meses con una exigencia física comparable a la que tienen que hacer frente los SEALs. La tasa de abandonos del proceso ha llegado al 100% algunos años.

La especialización forma parte de la tercera fase. Cursos de paracaidismo avanzado, conducción de vehículos de combate, medicina, comunicaciones, inteligencia, idiomas y tiro avanzado son el camino para potenciar las capacidades individuales de cada miembro del comando.