1. El tamaño importa

Una pistola grande por lo general cuenta con un cañón más largo lo que ayuda en su precisión y la agrupación de los disparos. Y normalmente también supone un cargador de mayor capacidad. Aunque se ve reducida la movilidad y el peso aumenta.

2. Chiquitina pero matona

Las pistolas pequeñas son más cómodas de llevar porque su peso y sus dimensiones son más reducidas. Además resultan más cómodas de encarar y maniobrar con ellas, y ya que las vamos a usar en contadas ocasiones y normalmente a cortas distancias es algo a tener en cuenta.

3. Molar o ser prácticos

El blowback, tanto en las pistolas de gas como en las eléctricas es algo que le da realismo al modelo y ganas en la experiencia al disparla. Sin embargo, el movimiento de la corredera afectará a la punteria que se mantendrá más estable y precisa en modelos non-blowback.

4. Desenfunda forastero

Los revolveres ofrecen una mayor variedad al mercado de la secundarias aunque muchas veces nos obligan a hacer uso de casquillos reductores para ajustar la potencia y a la hora de usarlos muchos airsofters sufren un bajón entre sus espectativas y su rendimiento.

5. IPSC o airsoft

El modelo que elijamos está supeditado al uso que le vayamos a dar. Si no es para IAPSC (parecido al tiro deportivo pero con réplicas de airsoft) donde los requisitos serán más exigentes, las distancias a las que vamos a usar la pistola en una partida de airsoft hace que las características más importantes sean la confiabilidad y el rendimiento.