9+1 Pequeñas razones por las que jugamos a airsoft
Te levantas a las siete (o las seis) de la mañana de un domingo, coges la bolsa de deporte, te haces cincuenta kilómetros para llegar a tu destino, te vistes con tu equipación favorita y te preparas para una mañana de diversión y ejercicio. ¿Un joven deportista? Seguro que sí... a menos que seas un airsofter, porque si lo eres prepárate para gastar horas y horas de tu tiempo en justificar que lo que haces no solo no es un crimen, sino que es sano y divertido. Si no tienes claro cómo explicar a los profanos qué demonios es esto de las bolitas y porqué deberían probarlo marca esta página, porque aquí vienen nueve más una pequeñas razones para jugar a lo nuestro: el airsoft.
1. Es divertido.
Independientemente de quien gane o pierda en una partida de airsoft lo que realmente triunfa es la diversión. El marcador final es irrelevante y lo que cala en los jugadores son los buenos momentos donde se mezcla la tensión con las risas.
2. Es sano.
Sin duda el airsoft es una forma muy efectiva de quemar calorías y ponerse en forma. Desde la partida más pachanguera del domingo a la milsim más dura que comienza en jueves, los jugadores caminan, corren, saltan y se agachan como auténticos posesos. Casi igual que en un gimnasio... ¡pero mucho menos aburrido!
3. Permite estar en contacto con la naturaleza.
Aunque existen escenarios urbanos, la mayoría de campos de airsoft se sitúan en entornos naturales llenos de fauna y flora salvaje. Respirar aire puro, esquivar una serpiente e incluso ver a jabalís correteando tras de ti es algo de lo que los que van a patear un balón el domingo no pueden presumir.
4. Fomenta el trabajo en equipo.
En una partida de airsoft no se navega en solitario; aprendes a confiar en los demás y logras que el resto deposite su confianza en ti aunque te acaben de conocer. Solo no puedes, ni en el airsoft ni en la vida real.
5. Libera estrés y tensiones.
Si romper vajilla es una conocida terapia anti-estrés, jugar al airsoft es lo mismo multiplicado por cien. Correr, saltar, trepar y arrastrarte mientras esquivas fuego enemigo te hace olvidar todos aquellos problemas laborales y personales acumulados a lo largo de la semana, y te permite enfrentarte al fatídico lunes con una actitud mucho más optimista.
6. Potencia el sentido de la honradez.
Sin duda la base del airsoft es la honradez. Que tenga que ser uno mismo quien determine que ha sido eliminado es un potente cimiento para cultivar el ser honesto y legal no solo en el juego, sino también en la vida.
7. Fomenta el pensamiento creativo.
Mientras que otros deportes se basan más en la técnica y la fuerza física, en el airsoft tiene un importante papel nuestra cabeza. Pensar por dónde irás, imaginar por dónde vendrán y descubrir cómo sobrevivir son excelentes ejercicios que ayudan a desarrollar nuestra mente.
8. Conocerás mundo.
Vale, probablemente al principio solo conozcas el pueblo de al lado, pero el airsoft es una poderosa excusa para hacerte kilómetros y descubrir que hay más allá de las fronteras de tu provincia o, porque no, de tu país.
9. Te permite conocer gente.
Dado el gran volumen de jugadores y lo flexible del desarrollo de una partida de airsoft, las posibilidades de ampliar tu círculo de amistades son del 99% (101% si eres mujer).
10. Es una justificación para las cervezas de después.
Y es que una cerveza, un bocata y la tertulia posterior a la partida, muchas veces prolongadas horas y horas, que son sin lugar a dudas la gran razón para madrugar cuando todos duermen y correr cuando el resto descansa.